sábado, 7 de diciembre de 2013

La Torre del Oro

Torre del Oro / Fotografía: Alba Machuca

La Torre del Oro es en la actualidad una torreta tan emblemática para Sevilla como las mismísima Giralda. Es una torre albarrana (torre que antiguamente se ponía a trechos en las murallas) y almohade levantada en el primer tercio del siglo XIII, ya casi al final de la época islámica de la ciudad. El edificio que mide 15,20 metros de diámetro y 36,75 metros de altura, se encuentra en el centro de Sevilla, junto al río Guadalquivir y cercana a la RealMaestranza.

Abu-1.Ula fue el gobernador almohade que en 1220 la mandó edificar para defender la ciudad. La Torre del Oro era el punto último de una muralla que iba del alcázar al río y servía de anclaje para unas cadenas que cruzaban el Guadalquivir y se unían a un bloque de argamasa (mortero hecho de cal, arena y agua, que se emplea en las obras de albañilería) al otro lado. De este modo se impedía el paso a cualquier embarcación que quisiese subir río arriba.

El edificio es de planta dodecagonal construido entre 1220 y 1221 durante el mandato del almohade Abu-1.Ula. Se llamó Torre del Oro o Bury al Dahab o Borg-al-Azaja en árabe, desde la época almohade, y dichos nombres intentaban expresar el deslumbramiento que causaba mirar dicha torre cuando el sol se reflejaba en ella.

El segundo cuerpo también dodecagonal, se edificó en el siglo XIV por orden del rey Don Pedro I. Algunas leyendas cuentan que la Torre del Oro servía como residencia a las amantes del Rey Don Pedro. Con el paso del tiempo, la torre perdió verdaderamente su función primitiva y cayó en el abandono. En el siglo XVI se modificó dicha torre y se realizaron numerosas obras que restauraron sus imperfecciones. Gracias a esa rehabilitación, la Torre del Oro pudo sobrevivir al terrible terremoto de Lisboa de 1755, el cual sacudió a la ciudad y afectó gravemente a la Torre. 

Finalmente, el último cuerpo, cilíndrico y coronado por una cúpula, se construyó en 1760 bajo la dirección del ingeniero militar Sebastián Van der Borcht, el cual se encargó de dirigir una década antes la Real Fábrica de Tabacos. Esta última reforma sucede después de que el pueblo sevillano impidiese el derribo de la torre a manos del marqués de Monte Real. Éste quería destruir la emblemática torre para ampliar el paso de los coches de caballo a efectos de dejar el paso de San Telmo al Puente de Triana más derecho.

Durante todas esas etapas, la Torre del Oro ha funcionado como prisión, residencia, como capilla dedicada a San Isidoro de Sevilla, almacén de pólvora, sede de las oficinas de la Compañía del Río Guadalquivir y hasta parte del escudo de algunos pueblos y ciudades del norte de España que participaron en la conquista de Sevilla, como el escudo de Santander, de Cantabria o de Comillas.
   
Escudo de Comillas
Escudo de Santander 


     

                           

En la actualidad, además de proporcionarnos una de las mejores panorámicas de Triana desde el río, la Torre del Oro alberga la sede del Museo Naval de Sevilla desde 1.944, donde se aguardan variados objetos y piezas relacionados con la vida marinera sevillana. Contiene grabados, cartas marinas, maquetas, instrumentos antiguos de marear (navegar) así como documentos históricos. Hoy, por tan solo un euro puede visitarse este emblemático edificio, impregnado de valiosas historias y culturas entre sus cimientos.




Fuentes:

-Grosso, Manuel: Sevilla, ciudad de leyenda ; Ed. Jirones de Azul; Sevilla 2009


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