Torre del Oro / Fotografía: Alba Machuca |
La Torre del Oro es en la
actualidad una torreta tan emblemática para Sevilla como las mismísima Giralda.
Es una torre albarrana (torre que antiguamente se ponía a trechos en las
murallas) y almohade levantada en el primer tercio del siglo XIII, ya casi al
final de la época islámica de la ciudad. El edificio que mide 15,20 metros de
diámetro y 36,75 metros de altura, se encuentra en el centro de Sevilla, junto
al río Guadalquivir y cercana a la RealMaestranza.
Abu-1.Ula fue el
gobernador almohade que en 1220 la mandó edificar para defender la ciudad. La
Torre del Oro era el punto último de una muralla que iba del alcázar al río y
servía de anclaje para unas cadenas que cruzaban el Guadalquivir y se unían a
un bloque de argamasa (mortero hecho de cal, arena y agua, que se emplea en las
obras de albañilería) al otro lado. De este modo se impedía el paso a cualquier
embarcación que quisiese subir río arriba.
El edificio es de planta dodecagonal
construido entre 1220 y 1221 durante el mandato del almohade Abu-1.Ula. Se llamó Torre del Oro o Bury
al Dahab o Borg-al-Azaja en árabe, desde la época almohade,
y dichos nombres intentaban expresar el deslumbramiento que causaba mirar
dicha torre cuando el sol se reflejaba en ella.
El segundo cuerpo también dodecagonal, se
edificó en el siglo XIV por orden del rey Don Pedro I. Algunas leyendas cuentan que la Torre del Oro servía como
residencia a las amantes del Rey Don Pedro. Con el paso del tiempo, la torre perdió verdaderamente su función
primitiva y cayó en el abandono. En el siglo XVI se modificó dicha torre y se
realizaron numerosas obras que restauraron sus imperfecciones. Gracias a esa
rehabilitación, la Torre del Oro pudo sobrevivir al terrible terremoto de
Lisboa de 1755, el cual sacudió a la ciudad y afectó gravemente a la
Torre.
Finalmente, el último cuerpo, cilíndrico y
coronado por una cúpula, se construyó en 1760 bajo
la dirección del ingeniero militar Sebastián Van der Borcht, el cual se encargó de dirigir una década antes la Real Fábrica de
Tabacos. Esta última reforma sucede después de que el pueblo sevillano
impidiese el derribo de la torre a manos del marqués de Monte Real. Éste
quería destruir la emblemática torre para ampliar el paso de los coches de
caballo a efectos de dejar el paso de San Telmo al Puente de Triana más
derecho.
Durante todas esas etapas, la Torre del Oro
ha funcionado como prisión, residencia, como capilla dedicada a San Isidoro de Sevilla, almacén de
pólvora, sede de las oficinas de la Compañía del Río Guadalquivir y hasta parte
del escudo de algunos pueblos y ciudades del norte de España que participaron
en la conquista de Sevilla, como el escudo de Santander, de Cantabria o de
Comillas.
Escudo de Comillas |
Escudo de Santander |
En la actualidad, además de proporcionarnos
una de las mejores panorámicas de Triana desde el río, la Torre del Oro alberga
la sede del Museo Naval de Sevilla desde
1.944, donde se aguardan variados objetos y piezas relacionados con la vida
marinera sevillana. Contiene grabados, cartas marinas, maquetas, instrumentos
antiguos de marear (navegar) así como documentos históricos. Hoy, por tan solo
un euro puede visitarse este emblemático edificio, impregnado de valiosas
historias y culturas entre sus cimientos.
Fuentes:
-Grosso, Manuel:
Sevilla, ciudad de leyenda ; Ed. Jirones de Azul; Sevilla 2009
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