El Palacio de San Telmo es uno de los edificios de la ciudad sevillana que ha adquirido más funcionalidades diferentes con el paso de los años (Universidad de Navegantes, Colegio de la Marina, sede de la Sociedad de Ferrocarril, sede de la Universidad Literaria, residencia de los duques de Montpensier, sede de la Archidiócesis de Sevilla y sede oficial de la presidencia de la Junta de Andalucía). Se trata de un espectacular monumento emblemático de la arquitectura barroca sevillana situado en el centro de la ciudad hispalense, cerca del río Guadalquivir.
El edificio al que hoy
conocemos como Palacio de San Telmo, se construyó en 1682 en unos territorios
pertenecientes al Tribunal de la Inquisición, con la intención de albergar en
él la sede del colegio-seminario de la Universidad de Mareantes, situada
anteriormente en la calle Betis. El proceso de construcción del colegio tardó
medio siglo, y debido a la falta de documentación que existe sobre el
nacimiento del edificio, es imposible saber con exactitud quién fue el primer director
de las obras. Por otra parte, en 1691 fue Antonio Rodríguez el que permaneció
al cargo de la construcción del monumento hasta el año 1696. La edificación de planta
rectangular, pretendía ser una obra de grandes dimensiones y uno de los edificios más grandiosos de la ciudad. El Colegio o Universidad de Navegantes tenía
como principal función la acogida, el amparo y la formación de los huérfanos
de los marineros.
A partir de esa fecha,
el proceso de construcción se paraliza hasta 1722, año en el que el arquitecto
Leonardo Figueroa se pone al frente de la ampliación del edificio junto con su
hijo Matías. Con él, la construcción tomó un gran impulso y se comenzaron a levantar
grandes patios interiores, capillas, enfermerías, la fachada principal, así
como la grandiosa portada, la cual se terminó de edificar en 1734 y que se
conserva en la actualidad. Además, el edifico contaba con dos plantas más ático,
torreones en las esquinas y jardines.
Vista aérea del Palacio de San Telmo / Fotografía: blog edificiosdesevilla |
Leonardo Figueroa con
la ayuda del imaginero Duque y Cornejo creó una espectacular fachada barroca
que alberga numerosos elementos decorativos que hacen referencia al ámbito del
mar y la navegación debido a su funcionalidad, como por ejemplo la figura de
San Telmo (patrón de los marineros) en la portada principal, de ahí el actual
nombre del edificio.
Portada barroca / Fotografía: El Señor del Biombo |
San Telmo, patrón de los marineros / Fotografía: El Señor del Biombo |
Tras ser construido como sede de la Universidad de Navegantes, pasó un siglo más tarde a ser el Colegio de la Marina, donde ingresó y se formó en 1846 el poeta Gustavo Adolfo Bécquer, y un año después el edificio dejó de ser una universidad. Más adelante fue destinado para diferentes usos siendo sede de la Sociedad del Ferrocarril o sede de la Universidad Literaria.
Fue en 1849 cuando la
edificación fue adquirida por los duques de Montpensier, Antonio de Orleans y MaríaLuisa Fernanda de Borbón. Éstos convirtieron el monumental edificio en su
residencia oficial y lo llevaron hacia el máximo esplendor mientras vivieron allí.
Durante su alojamiento se terminó la torre norte, se levantó el
ala este y un salón de baile, y además se restauró la portada principal con diferentes escudos de las casas de Orleans-Borbón. Además, el duque de
Montpensier encargó al escultor sevillano Antonio Susillo la construcción de
doce esculturas que representaran a los sevillanos más ilustres con la intención
de coronar la gran fachada. Las doce esculturas se dispusieron sobre la
balaustrada en 1895 y representan a doce importantes y conocidas personalidades,
nueve de ellas nacidas en la ciudad y otras tres que vivieron y murieron en
ella (Juan Martínez Montañés, Rodrigo Ponce de León y Núñez, Diego Rodríguez deSilva y Velázquez, Miguel Mañara, Lope de Rueda, Diego Ortiz de Zúñiga,
Fernando de Herrera, Luis Daoíz, Benito Arias Montano, Bartolomé EstebanMurillo, Fernando Afán de Ribera y Bartolomé de las Casas).
Cuando fallece la viuda
de Montpensier, la infanta María Luisa Fernanda, en 1897 cedió el palacio a la
Archidiócesis de Sevilla y donó los jardines a la ciudad hispalense, los cuales
se encuentran hoy en el parque de María Luisa.
El arzobispo de la
ciudad en 1901, Marcelo Spínola, convirtió el palacio en un seminario hasta
1989 que fue traspasado por el propio arzobispado de Sevilla a la Junta de
Andalucía para que instalara en él la sede del gobierno autonómico, función que
se conserva en la actualidad.
En 1991, bajo la dirección del arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra, se comenzaron las restauraciones del edificio para convertirlo en sede oficial de la presidencia de la Junta de Andalucía. Las obras, que continuaron en 2005, supusieron un costo de cuarenta y siete millones de euros, y duraron poco más de dos años y medio. Éstas tenían como finalidad rescatar la estructura original y los detalles del interior del edificio que se habían deteriorado debido al paso del tiempo y a las múltiples funcionalidades que se le han otorgado a este emblemático monumento.
Palacio de San Telmo, sede oficial de la Junta de Andalucía / Fotografía: web Junta de Andalucía |
Fuentes:
-El País
-Junta de Andalucía
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