Iglesia de Santa Catalina / Fotografía: web oficial Santa Catalina |
La Iglesia de Santa Catalina es uno de los templos más conocidos de Sevilla, y no solo por su relevancia o su índole cultural, sino por los debates que se han generado en la actualidad en torno a su financiación y restauración. Esta iglesia se encuentra situada intramuros de la ciudad, entre San Luis con calle Sol y Alhóndiga con la calle Juan de Mesa. Se trata de un templo de estilo gótico-mudéjar, aunque fue modificada en varias ocasiones a lo largo de los siglos XVII y XVIII. En la actualidad, es un templo filial de la parroquia de San Román y Santa Catalina, y sede de la Hermandad Sacramental de la Exaltación, y de la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen y NuestraSeñora del Rosario, así como de la de Santa Lucía.
Aunque fue nombrada Monumento
Nacional en 1912 y Bien de Interés Cultural en 1985, desde el año 2004 está
cerrada al culto y al público al necesitar mano de obra y restauración. Desde 2002
la parroquia venía sufriendo desperfectos ocasionados por las lluvias, que
calaban el templo, produciendo humedades interiores y exteriores en el edificio.
En el 2003 un estudio también descubrió la existencia de termitas, problemas en
las instalaciones eléctricas, hundimiento del suelo y la destrucción de la
fachada por la contaminación que produce el tráfico. Todos estos factores han
ocasionado que en junio de 2004, las hermandades que habitaban el templo hayan
tenido que abandonarlo.
Por tanto, han sido muchos años
los que la iglesia ha estado olvidada y abandonada por aquellos que deberían
haber financiado y puesto en marcha las restauraciones que realmente
necesitaba. Aunque a finales de 2012 se comenzaron a plantear las reparaciones,
hoy, las puertas de Santa Catalina siguen cerradas al culto.
La tardanza de las restauraciones
de esta iglesia emblemática, se debe a la disputa que ha surgido durante años
sobre quién debe financiar la reparación de los desperfectos del templo. Aunque la iglesia fue sometida a algunas restauraciones después de su cierre y se
llegaron a algunos acuerdos entre el Arzobispado y la Junta en 2008, no fue
hasta 2010 cuando se comenzó a plantear la rehabilitación integral de la
iglesia, con la llegada del popular Juan Ignacio Zoido a la alcaldía de
Sevilla. Con él se empezó a debatir sobre
la financiación de la misma, ya que el alcalde estuvo desde un principio a
favor de su restauración y abogaba por “reabrir al culto el templo y que sea
disfrutado como referente cultural y reclamo turístico”. Además la Junta, con
la Archidiócesis de Sevilla, ya estaba inmersa en otros proyectos similares: Santa Ana, de La Roda de Andalucía; Santo
Domingo, de Osuna; San Miguel, de Morón de la Frontera; Santa María la Blanca,
de Fuentes de Andalucía, o el convento de la Purísima Concepción, de Utrera; por
lo que conocía el proceso de restauración.
Sin embargo, más adelante la
Junta declaró que pretendía esperar la propuesta y voluntad de la propia
Iglesia, ya que, según ella, al ser la propietaria del templo es la que debe promover y
financiar el proyecto en una primera instancia. Evidentemente, al Arzobispado no tenía la capacidad económica suficiente
para mantener el vasto patrimonio inmueble de la
Archidiócesis, y por consiguiente, le era imposible ofrecer la cuantía necesaria para la
restauración del templo. Por tanto, la intención de la Iglesia era llegar a un acuerdo
con las instituciones públicas para dar solución a la desastrosa situación de
la iglesia.
Finalmente, la Iglesia y la Junta
llegaron a un acuerdo, y este mismo año acabaron cumpliendo con un convenio que
ya estaba consensuado con la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en
2008. El Ayuntamiento de Sevilla, la administración autonómica y la Consejería
de Cultura han aportado en 2013 los 93.490,16 euros que quedaban pendientes de
pago, de los 405.150,51 euros comprometidos en el citado convenio para pasadas
restauraciones de las cubiertas y para la futura financiación de los proyectos de
restauración integral del templo. Una cantidad que había tenido que cubrir la
Archidiócesis en este tiempo.
Por otro lado, La Caixa ha
decidido colaborar también con la recuperación integral de Santa Catalina y ha firmado
un convenio con el Arzobispado de
Sevilla el 29 de mayo de este año.
En Julio de 2013 se conoció el
informe final necesario para proceder a la restauración del templo de Santa Catalina, y
los resultados fueron esperanzadores. Se negó el posible derrumbe de la iglesia
y se confirmó que la estructura no necesitaría ningún refuerzo ni corrección.
Fue el 28 de noviembre de este
año cuando la Archidiócesis de Sevilla anuncia el proyecto de restauración que
se llevará a cabo en el templo a manos de arquitecto Francisco Jurado. La rehabilitación de la
iglesia supondrá una inversión en torno al millón de euros en su primera
fase. La segunda etapa de la restauración consiste en conservar y
recuperar los elementos característicos de la fachada que se han visto dañados,
y realizar trabajos arqueológicos especializados durante seis meses para descubrir
la antigua fisionomía sobre la que se asienta la iglesia. Y por último, la
tercera fase comprenderá la rehabilitación y mejora del interior del templo
(mobiliario, solería, instalaciones…), y cuyo coste no se ha precisado.
Después de todo, a los sevillanos
solo les queda esperar a que las restauraciones no se paralicen, y así poder
disfrutar lo antes posible de este emblemático y característico lugar que quedó en el olvido durante muchos años.
Fuentes:
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